viernes, 30 de noviembre de 2018

La Obesidad

La obesidad es la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo, la cual se determina cuando en las personas adultas existe un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o mayor a 30 kg/m² y en las personas adultas de estatura baja igual o mayor a 25 kg/m²; y el sobrepeso es el estado caracterizado por la existencia de un IMC igual o mayor a 25 kg/m² y menor a 29.9 kg/m² y en las personas adultas de estatura baja, igual o mayor a 23 kg/m² y menor a 25 kg/m² (SSA, 2010). Ambos se caracterizan por la acumulación excesiva de grasa corporal. Ambas se acompañan de alteraciones metabólicas que incrementan el riesgo para desarrollar comorbilidades tales como hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, así como algunas neoplasias en mama, endometrio, colon y próstata, entre otras. Son enfermedades crónicas no transmisibles que, entre otras causas, se generan cuando el consumo energético (alimentación) es mayor al gasto energético (actividad física). Estos han sido claramente definidos como factores de riesgo para que aparezca el sobrepeso y la obesidad aún en etapas tempranas, y son determinantes para que se mantengan y perduren hasta la edad madura.

Entre los factores de riesgo que influyen para que se desarrollen las enfermedades mencionadas, están los estilos de vida, entendidos como patrones de comportamiento identificables, determinados por la interacción entre las características personales individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconómicas y ambientales (OMS, 1998). Estos factores se van delineando por el habitus, que es el producto de la aplicación de esquemas idénticos, llegando más allá de los límites de lo que ha sido directamente adquirido y de la necesidad inherente a las condiciones de aprendizaje.

Hábitos alimenticios adaptados a la vida universitara

En una entrevista a la nutrióloga y académica de la Universidad Diego Portales Eliana Reyes habló sobre los cuidados esenciales que debe considerar todo estudiantes.

Expresa que para nadie es secreto que el ingreso a la educación superior remueve todos los hábitos del estudiante. Sin apoderados, ni inspectores que vigilen su comportamiento, los nuevos universitarios sienten que tienen el mundo a sus pies.  Y si a eso se suma el gran número que abandona el hogar para emigrar a otra ciudad, los cambios pueden llegar a ser preocupantes y, sin duda, la alimentación es una de las más afectadas.

Considera que la comida chatarra es el peor enemigo. La escasez de tiempo y dinero, como también el poco interés por la comida sana, obligan a los estudiantes a optar por alimentos poco saludables y es así como la comida rápida se transforma en la opción más recurrente.

La nutrióloga asegura que los estudiantes deben cuidarse de alimentos con altos contenidos en grasas. "Evitar el azúcar, la grasa saturada como la de la leche y lácteos - preferir productos lácteos descremados -, también el alcohol que aporta sólo caloría y es responsable de muchas enfermedades crónica como la cirrosis".

La nutrióloga recomienda que antes de comenzar un tratamiento se debe consultar a un médico, ya que de lo contrario se podría caer en dietas extremas dañando el organismo. Sin embargo, la nutriologa propone un ejemplo de dieta saludable con alimentos fáciles de conseguir y económicos. ¡Atención! Es una dieta básica.


Aspectos relevantes a considerar:
  • Incluir todos los grupo de alimentos.
  • Consumir mucha agua.
  • Adaptar los hábitos alimenticios a los diferentes horarios de clases.
  • Evitar los ayunos.
  • Consumir de 3 a 5 comidas al día.
Unversia Chile. (2012). Alimentación y universitarios: ¿cómo lograr una dieta balanceada?. Octubre 10, 2018, de Noticias Universia Chile Sitio web: http://noticias.universia.cl/en-portada/noticia/2012/03/08/916283/alimentacion-universitarios-lograr-dieta-balanceada.html

La OMS dice..

Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.
La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos.

Para los adultos

Una dieta sana incluye lo siguiente:
  • Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
  • Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
  • Menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total. Los azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes y los zumos y concentrados de frutas.
  • Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente (presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables), y grasas trans de rumiantes (presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes tales como vacas, ovejas, cabras y camellos). Se sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1% . En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.
  • Menos de 5 gramos (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.  La sal común o sal de mesa se yoda para cubrir las carencias nutritivas de este elemento en algunas dietas

OMS (2018). Alimentación Sana. OMS: Organización Mundial de la Salud. Sitio Web: http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

Buenos hábitos alimenticios: Estrategias

Para establecer estrategias efectivas para un buena alimentación es importante definir la etapa en la que se encuentran los estudiantes universitarios la cual comprende desde edades de 18 – 24 años. El enfoque de las estrategias está concentrado únicamente en estudiantes universitarios.

La etapa en la que encajan los estudiantes universitarios es: adulto joven que comprende: 18 - 40 años. Por lo tanto, las Guías Alimentarias y de Actividad Física de México proponen un consumo de calorías de 1900 a 2100 kcal en promedio, recomendando un grupo de alimentos y sus porciones:


Una alimentación saludable también favorece la productividad en el trabajo y retarde el deterioro físico y funcional propio de la  edad. Se debe evitar la acumulación de grasa en el cuerpo, especialmente en el estómago pues se aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas como hipercolesterolemia, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, enfermedad vascular cerebral, diabetes y cáncer. Se debe evitar la pérdida de masa muscular propia de la edad a través del ejercicio físico regular.

Es importante mencionar que las cantidades de alimento o número de porciones sugeridas para los diferentes grupos de edad que se mencionan en esta sección no representan una meta estricta, sino que tienen la función específica de ser una guía sobre la cantidad de alimento apropiada para la edad, basada en una actividad física ligera o moderada.


Bonvecchio, A., Fernández, A., Plazas, M., Kaufer-Horwitz, M., Pérez, A. & Rivera, J. (2014). Guías Alimentarias y de Actividad Física. Conacyt, 91 – 94. Sitio web: https://www.anmm.org.mx/publicaciones/CAnivANM150/L29_ANM_Guias_alimentarias.pdf

La Obesidad

La obesidad es la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo, la cual se determina cuando en las personas adu...